Salar de Uyuni

18 a 21 de abril, 2008

Llegamos de madrugada a la población de Uyuni y nos quedamos en la flota hasta el amanecer. Hace tanto frío que apenas podemos dormir. Cuando despunta el día bajamos y mientras recogemos nuestras mochilas ya hay un tipo buscando turistas para completar los tours que van a salir dentro de unas horas hacia el Salar. Un breve regateo y vamos a su oficina donde nos da detalles de la excursión y podemos alistar nuestras cosas. Todavía tenemos tiempo de desayunar, pasear un poco y visitar el reloj emblema del pueblo.
A las 11 nos reunimos con nuestro guía (Gregorio), su mujer (Dora la Batidora) y cocinera del grupo y los compañeros: Marco de la Paz y un matrimonio bretón (Rafael y Marie Elena). Subimos al Toyota LandCrusier y nos dirigimos hacia el cercano cementerio de trenes. En esta explanada a las afueras del pueblo yacen abandonadas una veintena de antiguas locomotoras al lado de la vía férrea que todavía hoy une Uyuni con Chile. En sus restos oxidados suben a diario curiosos turistas que se dirigen al salar.
Seguimos y ya a las orillas del salar, visitamos el pueblo de Colchani donde procesan la sal yodada que después comercializarán. Aquí también se pueden comprar varios artículos hechos con sal como unas bonitas llamitas. A pocos minutos ya ingresamos al encegador salar, yendo primero a la zona donde extraen la sal dejando curiosas montañitas que crean un paisaje muy particular.
Ya a mediodía llegamos al Hotel de Sal, un edificio construido con adobes de este material. Almorzamos carne de llama y seguimos por la infinita superficie blanca donde sólo destacan las lejanas montañas del horizonte, que se asemejan a naves espaciales por efecto de la refracción, y la línea negra que dejan el paso de los todoterrenos de los tours.
En la tarde visitamos la Isla del Pescado o Inca Wasi. En medio de la crosta de sal, emerge este pedazo de roca de origen volcánico inundada de enormes cactus, que alcanzan hasta los 12 m de altura. Seguimos la ruta, ya sin parar hasta las orillas del salar, para llegar a Atulcha antes que anochezca. Allí nos alojamos en un hotel de sal.















Al día siguiente arrancamos temprano rumbo al sur, entre volcanes y paisajes desérticos por donde deambulan llamas, vicuñas, vizcachas, zorros, lagartos, etc. Paramos a comer en una yaretera. Las yaretas son una especie de arbustos muy espesos en forma de roca de color verde intenso. En la tarde llegamos a la zona de las lagunas (Cañapa, Hedionda y Honda), todas ellas con grupos de flamencos de tres especies (andinos, chilenos y de James). Seguimos por el Desierto de Seloli hasta llegar al Árbol de Piedra. A las cinco de la tarde llegamos a la espectacular Laguna Colorada, el agua de la cual toma este color por los microorganismos y algas que en ella se encuentran, sobretodo cuando el viento sopla con intensidad. Ingresamos al Parque Eduardo Avaroa y ya vamos directo al campamento donde pasaremos la noche.













Nos levantamos a las 5 de la mañana para ver el amanecer en la zona de los géiseres conocida como Sol de mañana. A 4850 msnn y -6ºC se hace difícil disfrutar de las humeantes pozas de barro hirviendo. Seguimos hasta las aguas termales de Quetena Grande, donde nos damos un baño y desayunamos. Atravesando el Desierto Dalí, con formaciones rocosas donde dicen que se inspiró el famoso pintor, llegamos a la Laguna Verde. No tenemos mucha suerte ya que las aguas no tienen un color demasiado intenso, aunque es bonita la vista del volcán Llicancahur reflejado en la laguna. Llegamos hasta la frontera chilena, porque Marco se queda allí. Después regresamos hasta las aguas termales para recoger a la cocinera. De camino de regreso a Uyuni pasamos por la otra orilla de la Laguna Colorada, por paisajes de aguas heladas y rebaños de llamas. Almorzamos en Villa Mar, rodeada por una pared de rocas impresionantes y con una curiosa plaza. En la tarde visitamos el Valle de Rocas, con formaciones que dan alas a la imaginación. Ya por carretera, a pocos kilómetros de Uyuni visitamos el pueblo de San Cristóbal donde se encuentra una bonita iglesia que fue trasladada piedra a piedra desde su emplazamiento original. Al atardecer llegamos a Uyuni. Nos alojamos en el Hostal Avenida.
















Información práctica:
- flota Potosí-Uyuni: 20 Bs. / 7h.
- tour Salar (agencia Andes Salt Expeditions): 70$
- ingreso isla Inca Huasi: 15 Bs.
- ingreso Reserva Nacional Eduardo Avaroa: 30 Bs.
- Hostal Avenida en Uyuni: 50 Bs. habitación doble con baño compartido
- tren “Wara Wara” Uyuni-Oruro en clase salon: 40 Bs. / 7h30min.

No hay comentarios: