Cahuita: pura vida!

28 a 30 de septiembre, 2008

Desde San José, la capital, partimos en bus hacia Cahuita. Llegamos a mediodía y nos hospedamos en las cabinas Caribe Luna. Después de comer unos típicos Rice&Beans (arroz con frijoles y leche de coco) ingresamos al Parque Nacional Cahuita. Éste es el único parque del país administrado por la misma comunidad, por eso el costo de ingreso es voluntario. El parque consta de un sendero paralelo a la playa pero internado en el bosque donde pueden observarse gran variedad de animales: monos aulladores y carablanca, perezosos, serpientes, mapaches, iguanas, cangrejos, etc. Apenas entrar nos sorprende un grupo de monos aulladores. Éstos son fáciles de encontrar porque si el día está soleado no paran de aullar, y además hay gran cantidad. La verdad es que cuando se ponen a bramar en grupo da respeto y a uno le dan ganas de salir corriendo; impresionan. Como ya es tarde sólo llegamos a medio recorrido y regresamos paseando por la playa. Cahuita es un pueblo muy agradable y tranquilo, con un ambiente realmente costarricense (o tico como le llaman aquí) con reggae sonando por todas partes. Vamos a comprar, Internet y tomar unas cervezas fresquitas ya que aquí el clima es muy agradable.





El segundo día ingresamos temprano al parque. Por el camino nos encontramos varios grupos de monos aulladores comiendo y cuidando a sus crías subidos en los árboles. También muchos tití carablanca; éstos pequeños y graciosos monitos son muy curiosos y se acercan saltando de rama en rama. Llegan a ser descarados por la costumbre a ver turistas e incluso intentaron llevarse nuestra bolsa de la comida. Cruzados un par de riachuelos llegamos a Punta Cahuita, a unos 4 quilómetros de la entrada. Por trabajos de mantenimiento el recorrido termina aquí temporalmente y no se puede llegar a Punta Vargas. Aquí descansamos y charlamos con los guarda parques. Nos muestran un oropel (serpiente arborícola de color amarillo) escondida entre las ramas y el ansiado perezoso. Éstos tranquilos mamíferos se encuentran colgados de las ramas altas y apenas tienen actividad (están medio dopados por unas hojas que comen) y por eso son muy complicados de ver. Ahora que ya sabemos encontrar estas bolas de pelo gris camufladas entre las hojas localizamos alguno por nuestra cuenta. Otro gran atractivo del parque es el arrecife de coral que se encuentra enfrente de Punta Cahuita. Nos animamos a ir este mismo día a hacer snorkeling con una pareja de holandeses y Álvaro de guía. Con una lancha nos plantamos en medio del arrecife, donde las aguas son tranquilas ya que las olas rompen en una barrera coralina más adentro. Con nuestras gafas y tubo nos adentramos en un mundo de peces multicolores nadando entre corales de extrañas formas. Una hora de buceo nos basta para ver cantidad de peces distintos, una morena verde, tres manta-rayas enormes con su peligroso aguijón, calamares y un impresionante tiburón norsa.











El último día nos lo tomamos de relax. Aprovechamos que tenemos cocina en la cabaña para preparar unas ricas comidas (tortilla de papas y un ají de fideo). En la tarde damos un paseo hasta la Playa Negra, al otro extremo del pueblo. Nos quedamos hasta ver la puesta de sol y después a tomar unos jugos fresquitos al compás de Bob Marley.






Información práctica:
- bus frontera-San José: 12$ / 8h.
- bus San José-Cahuita: 1.800 C / 3h45min.
- Cabinas Caribe Luna en Cahuita: 35$ cabaña / 50$ cabaña con cocina y TV cable
- ingreso Parque Nacional Cahuita: voluntario
- snorkel: 15.000 C x persona desde Punta Cahuita (25.000 C con agencia desde Cahuita)

Boquete

25 y 26 de septiembre, 2008

De Pedasí a Boquete nos espera un día de viaje, pasando por Las Tablas, Divisa y David. Llegamos de noche y lloviendo. Nos alojamos en el Hostal Palacios.

Al día siguiente salimos temprano con una buseta hasta el ingreso del P.N. Volcán Barú. Hacemos una caminata por el sendero Los Quetzales donde el mayor atractivo entre su flora y fauna es avistar a estas aves nombradas del paraíso. Pasando puentes y ríos vamos subiendo por el espeso bosque acondicionado con gradas de madera. A media subida nos cansamos y decidimos regresar. Cuando ya casi habíamos desistido en la búsqueda del quetzal un espléndido ejemplar se nos apareció. Fue justo antes de que empezara el aguacero. Terminamos tan empapados que nos importó bien poco meternos de lleno en el río. Al salir del Parque ya había calmado y aprovechamos para tomar una Coca-Cola en la tiendita de Don José Concepción donde nos quedamos platicando un buen rato junto con un chico holandés. Ya tarde llegamos a Boquete donde nos damos una buena ducha y salimos a comer y pasear.











De ahí ya tomaremos un bus hasta la frontera con Costa Rica.


Información práctica:
- buseta Pedasí-Las Tablas: 4$
- bus Las Tablas-Divisa (Panamericana). 1,80$ / 1h30min.
- bus Divisa-David: 6,50$ / 3h.
- bus David-Boquete: 1,45$ / 1h.
- Hostal Palacios en Boquete: 15$ habitación doble
- buseta Boquete-ingreso Parque Nacional Volcán Barú: 2$ / 30min.
- ingreso Parque Nacional Volcán Barú: 5$ (3$ nacional)
- bus David-frontera Costa Rica: --/1h15min.

Pedasí

23 y 24 de septiembre, 2008

Con un par de buses llegamos a las Tablas, capital de Los Santos al sur del país. Más al sur se encuentra el pueblo de Pedasí. Allí nos hospedamos en el bonito Hostal Dim’s. En la tarde vamos caminando hasta la playa el Toro donde disfrutamos de las vistas y recogiendo conchas de todo tipo. Con el atardecer regresamos al pueblo para cenar y alistarnos para ir a Isla Cañas. Con una familia danesa vamos en taxi hasta Cañas y allí una lancha nos llevó por en medio de un manglar hasta la isla. Este sitio es famoso porque a su playa llegan cada año miles de tortugas a desovar. Nando nos guió en la oscuridad por la playa en busca de las tortugas. Una hora después sólo habíamos visto huevos y ya estábamos medio preocupados por no ver ninguna. Pero finalmente la constancia tiene premio y encontramos una preciosa tortuga olivácea acomodándose para poner los huevos. Emocionados pudimos seguir todo el proceso de posta: como preparaba el terreno, depositaba los huevitos, los cubría y camuflaba con esmero y finalmente extenuada regresaba al mar. Ya de vuelta encontramos una tortuga carey saliendo del agua pero dejamos que hiciera su trabajo tranquila, además ya era bien tarde. A las 2 de la madrugada llegábamos al hostal.









Al día siguiente nos viene a recoger el bueno de Lionel. Él será quién nos llevará en su bote a la Isla Iguana. Ésta se encuentra enfrente la costa de Pedasí. Salimos desde la Playa el Arenal otra vez con la familia danesa (padre, madre y dos hijas). Llegando a la isla avistamos unas enormes ballenas jorobadas y las seguimos un rato. Cuando estas desaparecen ya nos dirigimos a la isla haciendo snorkeling. En el profundo fondo de coral se peden ver cantidades de peces como el trompeta, loro, globo y de infinidad de colores. Nos quedamos horas disfrutando de este espectáculo a la vez tan relajante como cansado. Cuando ya parecía que habíamos visto todo: sorpresa! Una preciosa tortuga carey nadando ante nosotros. Nos acercamos y nadamos junto a esta grácil criatura hasta darnos cuenta que nos hemos alejado tanto de la playa; allí ella sigue su camino y nosotros regresamos. Después damos un paseo por la isla donde habitan iguanas, millones de cangrejos ermitaños y una gran colonia de fragatas. Después de comer y terminar de disfrutar de la playa, regresamos de nuevo a tierra firme. El hostal está reservado y tenemos que cambiarnos al Hostal Moscoso. Agotados de un día de tantas emociones nos vamos a dormir temprano.









Información práctica:
- buseta Valle Antón-Panamericana: 1,20$ / 30min.
- bus Panamericana-Las Tablas: 6,5$ / 2h45min.
- buseta Las Tablas-Pedasí: 2$ / 1h.
- Hostal Dim’s en Pedasí: 38$ habitación doble; desayuno incluido
- taxi Pedasí-Cañas: 10$ x persona ida y vuelta
- guía observación tortugas: 15$ x grupo
- lancha hasta Isla Cañas (por el manglar): 2,5$ x persona ida y vuelta
- excursión en lancha a Isla Iguana con Don Lionel: 55$ x grupo
- Hostal Moscoso en Pedasí: 22$ habitación doble

Valle Antón

21 y 22 de septiembre, 2008


Después de comer salimos hacia Valle Antón. Este tranquilo pueblo, que se encuentra a dos horas de la capital siguiendo la Panamericana, está situado dentro de un antiguo cráter. Allí nos alojamos en el Hotel Don Pepe, donde tienen al bonito tucán Pancho de mascota.



Hoy es día de caminatas. Primero subimos al Cerro la Cruz para tener una buena perspectiva del verde valle. Después bajamos de nuevo y vamos hasta la zona de grabados rupestres. Un hombrecito insiste en hacernos de guía y nos lleva hasta la Piedra Pintada, enorme roca donde se observan varias figuras hechas por antiguos habitantes de la zona. Pasando por varias cascadas llegamos a la escondida Piedra el Sapo donde hay grabadas varias figuras de ranas, animal típico del valle. De bajada paramos en una poza para refrescarnos en sus gélidas aguas. Un pequeño picnic y seguimos hasta el Chorro el Macho, la cascada más grande del lugar. Allí pudimos observar algunos tucanes pico arco iris en un bonito entorno y bañarnos a los pies del salto de agua. Todavía tenemos tiempo de ir a visitar el zoológico El Níspero. Entre sus muchos animales (algunos en estado pésimo como en muchos zoológicos) destaca la rana dorada, endémica del Valle pero hoy día prácticamente extinguida.












Información práctica:
- bus Panamá-Valle Antón: 3,5$ / 2h.
- Hotel Don Pepe en Valle Antón: 35$ habitación doble
- ingreso Chorro el Macho: 3,50$- ingreso Zoológico el Níspero: 2$

Diadup: Islas de San Blás

17 al 20 de septiembre, 2008

A las cuatro de la mañana ya estamos en el aeropuerto de Albrook. Con avión de hélices volamos a El Porvenir, situado a un extremo del Archipiélago de San Blás. Este conjunto de más de 600 islas son habitadas por la Comunidad Kuna. Nos vienen a recoger Nemesio y Graciliano con quien navegamos una hora hasta llegar a Diadup, la islita donde nos alojaremos durante tres días. Allí habitan cuatro familias de la etnia Kuna que conviven con los turistas que llegan a las cuatro cabañitas que regenta Ina Robinson. Nosotros coincidimos con cinco israelíes y dos americanas. El primer día aprovechamos para ir a la Isla del Perro, también con playas blancas y aguas color turquesa pero con la peculiaridad que a pocos metros de la playa hay hundido un barco para bucear entre corales y peces multicolores. Ahí solo vive una familia y el ingreso cuesta 1 US$. Las vistas son espectaculares: con el cielo y el mar que se funden en uno y pequeñas islas con conjuntos de palmeras que se recortan en el horizonte. Regresando, ya en la tarde, nos sorprende una fuerte tormenta. Nos refugiamos un rato en nuestra cabaña de caña hueca con techo de palma y suelo de arena con una solitaria cama de matrimonio. Al rato mejora el tiempo y vamos a pasear por la isla; conocemos a un grupo de mujeres y niños muy divertidas de una misma familia que salen a vendernos molas. Las molas son tejidos bordados con telas de colores vivos que representan formas y animales de la mitología y el entorno kuna; se pueden usar como adorno, hacer carteras, camisetas y las mujeres kuna las llevan costuradas en su blusa. Además de la blusa visten un pareo también de colores vivos y una pañueleta generalmente roja con figuras amarillas. En sus piernas lucen unas winnie hechas de mostacilla (bolitas de colores) desde el tobillo a la rodilla; lo curioso es que a medida que se lo envuelven van formando figuras geométricas que coinciden perfectamente. En la cara: las mejillas con colorete rojo, una nariguera de oro y las más ancianas una línea negra perfecta que va desde la frente a la punta de la nariz. Resiguiendo la playa llegamos al final de la isla donde conocemos otra familia. Allí, mientras nos sorprende ya del atardecer nos tomamos un agua de coco. En la noche, unas partidas de cacho y unos Ron Abuelo nos llevan a la cama.











Al día siguiente disfrutamos por completo de la isla. Damos una vuelta entera pasando primero por una zona rocosa y después ya llegamos a las playas de arena blanca. Allí nos quedamos horas buceando, junto con los niños que encuentran cangrejos bien curiosos y se mueven por el agua como peces. Ya cansados nos vamos a dar una ducha en el artilugio que hay montado: metes agua en una botella con agujeros en el tapón y voila. El baño es aun más curioso ya que tienes que pasar por una pasarela hasta una cabina de madera puesta encima del mar, con una silla y una tapa de water. Después de comer descansamos en la cabaña para dejar pasar la típica lluvia del mediodía. Más tarde salimos de nuevo a hacer negocios con las kuna para comprar molas. Cargados regresamos a las cabañas donde también regateamos un buen rato con Rosalina, la dueña de la tiendita de la isla junto con su marido. Para cenar un rico centollo.











El último día disfrutamos de otra mañana bien soleada. Conocemos a otra familia. Pasamos media mañana con ellos, mientras le colocan una winnie a la Eve, nos muestran una tortuguita marina y un niño se sube a una palmera para bajarnos un coco. Después nos pasamos otro buen rato haciendo snorkel entre peces preciosos y disfrutando de las vistas paradisíacas. Cuando parece que ya hemos visto todo: sorpresa! Unas enormes y preciosas estrellas de mar amarillas y rojas que se han acercado a la playa. Emocionados vamos a comer. Justo después salimos a conocer la comunidad de Río Sidra. Ésta se encuentra justo enfrente de nuestra isla, lo habitan unas 400 personas y es donde hay el colegio; cada mañana los niños van hasta allí desde las islas con botes. Damos un paseo por sus calles con el Ina y regresamos de nuevo a Diapdup. En la tarde vamos a despedirnos de las familias de la isla y aprovechamos para obsequiar a los niños con unos juguetitos y caramelos que habíamos traído. La última noche escuchamos atentos las leyendas kuna que nos cuenta Ina bajo las palmeras y las estrellas.















El día siguiente ya toca irnos de este paraíso. Temprano nos levantamos pero aun así perdemos el avión. Esperamos hasta mediodía para irnos con los otros chicos hasta Cartí donde cogemos un 4x4 que nos lleva a Panamá City.


Información práctica:
- vuelo Aeropueto Albrook-El Porvenir (San Blas) con Air Panama: 58$
- ingreso San Blas (Congreso General Kuna): 2$
- Isla Diadup (San Blas)
- cabaña: 20$ x persona/noche
- traslados + 1 excursión: 15$
- excursiones extra: precio según número de participantes
- ingreso Isla del Perro: 1$
- contacto: Ina Robinson (tel: 2999058 - cel: 65384980)
- 4x4 Cartí- Panamá: 30$ / 3h30min.

Panamá City

14 a 16 de septiembre, 2008

Arribamos al aeropuerto de Tocumen en la mañana y vamos a hospedarnos en el Barrio Calidonia en la Pensión Mónaco. La verdad no parece una ciudad muy segura, pero aun así nos animamos a pasear hasta el Casco Viejo. Pasamos por la calle Peatonal donde nos sorprende la cantidad de mujeres kuna que pasean por alli. Visitamos la Catedral, altar de Oro en la iglesia San José y llegamos hasta el mirador con vistas al mar y a la ciudad moderna donde sobresalen los rascacielos.
En la tarde, con uno de los Diablos Rojos (antiguos buses escolares de USA que utilizan de transporte público) vamos a las Enclusas de Miraflores, que forman parte del famoso Canal de Panamá. Allí hay un museo que cuenta la historia del canal y desde lo alto del edificio se puede observar como pasan inmensos barcos de carga.
A causa de la lluvia, poco más visitamos en la capital y nos refugiamos en el centro comercial Albrook Mall.












Información práctica:
- vuelo Cartagena-Panamá con Copa Airlines: 748.000 P$ ida y vuelta / 50 min.
- taxi colectivo Aeropuerto Tocumen-Barrio Calidonia: 11$
- Hotel 2 Mares en Panamá (Barrio Calidonia): 33 $ habitación doble
- Pensión Mónaco en Panamá (Barrio Calidonia): 25$ habitación doble
- bus Terminal Albrook-Miraflores: 0,35$
- ingreso Esclusas de Miraflores (Canal de Panamá):8$